En esta ocasión les queremos hablar de Residuos Peligrosos, o de los mismos Materiales Peligrosos. El 26 de abril se conmemoran 37 años desde el accidente en Chernóbil en Ucrania, en 1986. Ese día, gracias a la arrogancia (e ignorancia) de algunos altos mandos de la planta, se provocó el peor accidente nuclear en la historia de la humanidad. Mientras que el Voyager 2 le tomaba fotos a Urano y otros seguían impactados con el accidente del Transbordador Challenger, cientos de bomberos intentaban apagar las llamas de la explosión, sin saber lo que estaba pasando realmente. Todos los presentes, y los que estaban en las cercanías, estaban siendo bombardeados por la radiación. Finalmente, se considera que alrededor de 4000 personas murieron por efectos de la radiación.
¿Y Yo, qué?
Si bien Chernobil puede que siquiera esté en nuestros recuerdos, (a menos que hayamos visto la serie Chernobyl en HBO), no somos ajenos a este tipo de eventos. Quizás esté más fresco en nuestra corteza cerebral, las palabras Puchuncaví-Ventanas-Quintero, también como la muerte de cisnes en Valdivia.
Al trabajar en el área industrial es muy probable que se generen residuos peligrosos (RESPEL). y estos deben ser manejados de manera especial. Es fácil caer en la negligencia y pensar en “No va a pasar nada“, “¿Quién se va a dar cuenta?“. ¿Recuerdan la explosión en Beirut? Donde casi media ciudad quedó destruida. Eso fue dado el mal manejo de Materiales Peligrosos , tiempo y un poco de fuego.
Ahora, la idea es pensar sobre los residuos peligrosos que se generan dentro de sus empresas y dedicarle unos minutos a las siguientes preguntas:
- ¿Estamos haciendo lo correcto?
- ¿Quiero ser responsable de la muerte de flora/fauna o de personas?
- ¿Quiero que mi empresa aparezca en las noticias por el motivo incorrecto?
Usted, no lo haga
Hace unas semanas en Ohio, EEUU, se descarriló un tren que contenía, entre otras sustancias , Cloruro de Vinilo. Un químico muy contaminante, usado para la fabricación del PVC. Si bien esto por su cuenta ya es un terrible desastre ecológico, se tomó la decisión de quemarlos para evitar una explosión, lo cual se convirtió en otro desastre ambiental en otra escala, donde miles de animales están muriendo por la contaminación en el aire y en el agua.
Y si lo hace, ¿con cuidado?
¿Recuerdan Fukushima? En 2011, después de un terremoto de magnitud 9.0, se provocó un tsunami que le trajo problemas a la central nuclear Fukushima, donde los sistemas de refrigeración fallaron, por que lo que se han ocupado 1.3 millones toneladas de agua, el equivalente a 500 piscinas olímpicas, para enfriar el reactor. Todos los días, se ocupa agua, que luego es “limpiada”, hasta que la concentración de químicos radioactivos (tritio principalmente) están en niveles aceptados. Lo interesante viene ahora: las autoridades japonesas planean liberar al pacífico esta agua radiactiva, dado que no supone riesgos para personas ni el medioambiente. Esto se hará lentamente, donde los niveles de radiación serán muy menores a lo que existe en la naturaleza hoy en día. Por supuesto, que esta decisión ha traido controversia internacional, así también, la preocupación de pescadores locales.
Aterricemos un poco
Esta bien, no estamos diciendo que alguno de los lectores será el causante del próximo Chernobil chileno, pero nuestra intención es que se vierta su atención a los posibles residuos peligrosos que están generando. Además de que podrían causar daños, están sujetos a normativas muy estrictas, donde se explicita el cómo debe ser almacenado, cada cuánto será retirado, con quién retirarlos, entre otros factores que se explican en el resto de este Newsletter y que los invitamos a leer.
Gestionarlos correctamente NO es una opción
Gestionar tus RESPEL no es una opción, si no que es una obligación, desde cualquier punto de vista, y deben ser gestionados de la manera correcta, no de cualquier manera, sino la que te hemos mencionado en los diferentes artículos de esta edición de la Newsletter.
Es responsabilidad de todos, ser respetuosos con el ambiente y las personas que lo habitan.